"Aquellos que, cuando pudieron, no dieron ejemplo, no están en condiciones hoy de dar lecciones a nadie", dijo la vicepresidenta en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros.

En medio de la polémica por la gestión del incendio, Rajoy aseguró que la primera obligación de un presidente es estar en el lugar de los hechos cuando sucede una tragedia como la que se llevó la vida de once agentes forestales y arrasó miles de hectáreas.

"Cuando se produce una desgracia de estas características, lo primero es preguntarse en qué se puede mejorar", respondió la vicepresidenta.

Frente a quienes acusan al presidente de haber estado ausente de la tragedia, Fernández de la Vega precisó que siguió instrucciones de Rodríguez Zapatero para acudir a la zona la misma noche del domingo y para presidir después el comité de crisis.

Subrayó también que, en menos de 72 horas, el presidente anunció la aprobación inminente de medidas extraordinarias de prevención y de reparación de los daños causados por este incendio.

BAJAR LA CRISPACIÓN

Siguiendo esas mismas instrucciones, la ministra de Medio Ambiente comparecerá el próximo martes en el Congreso de los Diputados, y "en cuanto sea posible" lo hará también la vicepresidenta.

"No le atribuyo ningún mérito a lo hecho, nos hemos limitado a cumplir con nuestra obligación", dijo la vicepresidenta, dispuesta también a escuchar críticas, quejas y demandas "con humildad".

Sin embargo, rechazó de plano la posibilidad de aceptar "lecciones" del principal partido de la oposición, a cuyo presidente le pidió, "por coherencia y por respeto a los ciudadanos", que repase su actuación "en el pasado inmediato".

Lanzó además un llamamiento al PP para "bajar la crispación" que se ha podido comprobar en el incidente protagonizado el pasado miércoles en el Congreso de los Diputados por el popular Rafael Hernando y el socialista Alfredo Pérez Rubalcaba. "No todo vale en la vida", le dijo.

La opinión del Gobierno sobre ese incidente "coincide con la de la mayoría de los ciudadanos", en el sentido de que el Parlamento es "el lugar de la palabra, y no caben las agresiones".

Fernández de la Vega aseguró al comienzo de su intervención en la rueda de prensa que el Gobierno, como toda la sociedad, agradece la valentía de los doce agentes que arriesgaron su vida por salvar de fuego a sus conciudadanos y a su entorno, once de los cuales murieron en ese intento.

El Gobierno agradeció por extensión la labor de los "héroes anónimos" que, como ellos, están dispuestos a arriesgarse hasta ese punto por garantizar la seguridad de sus vecinos.

Todo esto lo dijo María Teresa Fernández de la Vega después de una reunión en la que el Consejo de Ministros aprobó varias medidas excepcionales de prevención y lucha contra los incendios que incluye la prohibición, hasta noviembre, de hacer fuego en espacios abiertos y de fumar en zonas forestales.