Según el informe, que tiene un plazo de puesta en marcha de 10 años, hasta el 2004, el 80 por ciento de la financiación provendrá del sector público, mientras que el 20 por ciento restante lo aportará el sector privado. Además, contempla también una subida anual de las tasas académicas del 3,9 por ciento.

E objetivo marcado por el documento es diseñar las directrices de la universidad del siglo XXI y convertir a España en uno de los países más avanzados de Europa en educación universitaria.

Según este plan, en el año 2004 el 50 por ciento de los jóvenes podrán estudiar una carrera mediante el sistema tradicional de becas o con préstamos subvencionados.

A partir de ahora, se abrirá un período de debate público en el que todos los sectores académicos y sociales podrán opinar sobre las propuestas recoidas en el informe, en el que se sugiere la aplicación de varios principios: incremento de la calidad de la enseñanza, fomentar la competitividad entre las universidades y la movilidad de los estudiantes, coordinar con las universidades europeas nuevos sistemas que surjan del traspaso de competencias y aumentar y aprovechar al máximo los recusos económicos.