Fernández de la Vega hizo estas afirmaciones después de que el Consejo de Ministros recibiera un informe del vicepresidente segundo, Pedro Solbes, sobre el cumplimiento del objetivo de estabilidad presupuestaria del ejercicio 2005.

De acuerdo con el mismo, la liquidación presupuestaria del año 2005, a fecha de agosto, ha tenido un superávit del 1,1% del PIB, mientras que las previsiones que se habían fijado para el año se establecían en torno al 0,1%, lo que significa un punto de desviación positivo en las cuentas públicas.

En la rueda de prensa posterior a la reunión del Ejecutivo, Fernández de la Vega destacó que en el segundo trimestre del año la economía creció a un ritmo del 3,6%, una décima más que en los tres primeros meses del año, con una composición "más sana", al haber menos peso del consumo interno y una contribución menos negativa del sector exterior.

Además, el empleo "mantiene su dinamismo", y el Gobierno espera que la tasa de paro se sitúe por debajo del 8% el próximo año.

El único nubarrón dibujado por la vicepresidenta fue el correspondiente a la inflación, situada actualmente en el 4%, "la misma que la del año 2000", agregó De la Vega, "cuando el petróleo costaba casi tres veces menos".

En resumen, finalizó la vicepresidenta, "crecemos más, de forma más equilibrada, con una fuerte creación de empleo, y la inflación controlada a pesar de la coyuntura", a lo que se une el tener unas "cuentas saneadas", algo "muy importante".

"La economía atravesa una excelente fase", añadió, "tenemos confianza y vamos a seguir generando esa confianza para que continúe así en los próximos años".