En virtud de este programa, el Ejecutivo da vía libre a la compañía para invertir 6.000 millones de euros hasta el próximo año 2010.

"Este será el año en el que Renfe logre la rentabilidad empresarial, coincidiendo con la plena liberalización del transporte ferroviario en España y garantizando, al mismo tiempo, la seguridad y calidad de los servicios públicos prestados por la operadora en el transporte de Cercanías y Media Distancia", asegura el Gobierno.

El nuevo contrato permitirá a Renfe desarrollar un programa de inversiones para la adquisición de nuevos trenes por valor de 5.772 millones de euros. Renfe, a partir de 2010, sólo recibirá aportaciones del Estado para los servicios públicos, Cercanías y Media Distancia.

La mejora de la red y del material se traducirá, según la compañía, en un aumento de la seguridad. Así, la tasa riesgo admisible medida en número de accidentes por millón de kilómetros recorridos por los trenes pasará de 0,072 en 2006 a 0,026 (la tercera parte) en 2010.

Durante el periodo 2006-2010 está previsto un crecimiento de los ingresos por venta de billetes y transporte de mercancías que, en 2010, casi se duplicarán pasando de los 1.585 millones con los que Renfe cerrará 2006 a los 2.812 millones de euros.

El Estado aportará además un total de 1.667,5 millones de euros entre 2006 y 2010 para la mejora de los servicios públicos de Cercanías y Media Distancia.

Por último, este acuerdo contempla por primera vez la actividad que desarrollará la compañía en materia de Responsabilidad Social, que engloba los compromisos con la cultura, la ética, la sostenibilidad y los recursos humanos de la propia compañía.