El Congreso aprobó el pasado 27 de abril una proposición no de ley, con los votos del PSOE, PP, CiU y PNV, la abstención de ERC y el voto en contra de IU-ICV, que insta al Gobierno a crear esa Comisión Interministerial.

La comisión deberá diseñar los procesos de información y participación y desarrollar un procedimiento público para invitar a los entes locales interesados a participar en la selección del emplazamiento del ATC. La Comisión se dotará de una Oficina Técnica para elaborar estudios o dictámenes técnicos.

Según la proposición aprobada, ya existe un "consenso generalizado" acerca de la necesidad de solucionar el problema de los residuos radiactivos de alta actividad (procedentes de centrales y otras instalaciones nucleares y cuya actividad perdura durante miles de años).

Los sucesivos planes generales de residuos radiactivos han apuntado la conveniencia de construir un Almacén Temporal Centralizado para acumular esos residuos, así como de profundizar en la investigación para separar y transmutar el combustible gastado, por lo que el ATC llevará asociado un centro tecnológico.

La urgencia del ATC, reconocida por todos los portavoces, se basa en que no sólo es necesario acoger los residuos de las centrales nucleares antes de que las piscinas de almacenamiento de éstas se saturen, sino también recuperar los residuos nucleares españoles transportados a Francia tras el desmantelamiento de Vandellós I y que retornarán a España en 2011.

Según el texto aprobado, la Mesa de Diálogo sobre la Energía Nuclear, que celebró reuniones entre enero y mayo de este año, ha apuntado también que es preferible un único almacén a varios almacenes dispersos por la geografía, ya que un único ATC ofrece ventajas desde el punto de vista tecnológico, económico y de seguridad.