Así consta en una respuesta parlamentaria del Gobierno, motivada por los accidentes causados por motos acuáticas el pasado verano en las playas españolas.

En su escrito, el Ejecutivo admite que estas "situaciones de riesgo" obligan a la Administración a adoptar medidas concretas para velar por la seguridad marítima, no sólo la de quienes manejan estas motos, sino la de los bañistas y otras embarcaciones de recreo.

"Enconsecuencia", explica, "se debe dar un paso más estudiando una titulación adecuada que establezca una correlación entre la responsabilidad y las capacidades de la moto náutica, y que exista igualmente graduación de potencias de motos náuticas adecuadas a las titulaciones".

De ese modo, prosigue el Gobierno, se garantizará que su uso "guarde relación con las capacidades de quienes, por su titulación, van a ponerlas en servicio estableciéndose limitaciones a la navegación en las zonas de baño, determinndo las medidas de seguridad para el piloto de la moto náutica y las modalidades de su uso".