Así lo aseguró hoy en rueda de prensa el portavoz del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados, Diego López Garrido, después de dejar claro que el PSOE "no comparte" la decisión de Evo Morales y que, además, no cree que sea beneficiosa tampoco para Bolivia.

Al margen de la letra pequeña que Bolivia agregue al decreto de nacionalización, López Garrido dio por hecha la voluntad del país andino de modificar la situación actual, lo que afectaría a "alguna empresa española".

Sin embargo, de la conversación de anoche entre Morales y el ministro de Exteriores español, Miguel Angel Moratinos, se desprende la voluntad de ambas partes de llegar a un "razonable entendimiento". "Y en eso confiamos", añadió.

López Garrido negó la acusación del PP de que este decreto sea consecuencia de una mala política exterior española y de amistades arriesgadas con Morales, Castro o Chávez.

Aseguró que las relaciones más estrechas de España en América Latina son con Brasil, Mexico, Chile y Argentina, y que países muy cercanos a Bolivia, como Brasil, están también afectados por el decreto de nacionalización de hidrocarburos.