Por ello, insistió en que es "de prioridad absoluta" reformar tanto la normativ relativa al mercado laboral como la de Seguridad Social, para hacer viable el sistema de reparto en el futuro, cuando el número de trabajadores cotizantes se reduzca y, por el contrario, crezca el número de pensionistas, por el envejecimiento de la población.

Camps realizó estas declaraciones durante el acto de clausura de unas jornadas sobre el I Centenario de la Seguridad Social, que se han celebrado durante la última semana en Madrid.

De esta manera, volvía a presionar y urgir a los agentes sciales para lleguen a acuerdos rápidos y paralelos en las dos mesas abiertas del diálogo social: la de reforma del mercado laboral y la de la Seguridad Social. "Hay que lograr el consenso, pero reformando", insistió, antes de criticar posturas inmovilistas o anquilosadas que puedan poner en riesgo el futuro.

Camps reconoció que, respecto a la Seguridad Social, el Gobierno prevé avanzar en la separación de fuentes y en la mayor dotación del fondo de reserva, mientras que en el ámbito laboral, insistió n la prolongación de la vida activa de los trabajadores más allá de los 65 años.

Además, arremetió contra las prejubilaciones y la práctica de muchas empresas de colocar a sus trabajadores el cartel de "inútiles laborales" cuando cumplen los 50 o 55 años

Finalmente, aseguró que en el futuro inmediato, el Gobierno deberá hacer frente a los adultos dependientes, lo que consideró como una prioridad y un esfuerzo que ya prevé el Ejecutivo.