EL GOBIERNO SE COMPROMETE A CONSENSUAR LA POLITICA PENITENCIARIA, PERO SE RESERVA LA RESPONSABILIDAD ULTIMA DE LAS DECISIONES

MADRID
SERVIMEDIA

El candidato socialista, José Borrell, exigió hoy al presidente del Gobierno, José María Aznar, que cuente con los socialistas cuando vaya a abordar cambios en la política penitenciaria. Según su versiónde la entrevista, ambos dirigentes acordaron pactar los futuros cambios en esa materia, con la salvedad hecha por el portavoz del Gobierno, Josep Piqué, de que la responsabilidad última de las decisiones será del Gobierno.

El primer encuentro entre Borrell y Aznar desde que el dirigente socialista fue elegido candidato del PSOE se saldó sin ningún cuerdo concreto, aunque sirvió para entreabrir la puerta del entendimiento entre el Partido Socialista y el Gobierno.

Piqué celebró que el líder socialsta saliera de la entrevista con la impresión de que el consenso es más "posible" ahora que antes del encuentro y reiteró la voluntad de diálogo del Ejecutivo.

Una postura a la que también se apuntó Borrell, aunque advirtió que, de no tenerse en cuenta la opinión del PSOE en lo referente al proceso de paz, retirará la mano que hoy ha tendido al Gobierno.

Por su parte, el Ejecutivo destacó el "pleno acuerdo" de ambos dirigentes en considerar que la paz es un objetivo en si mismo, por el que no se uede pagar ningún precio político y que debe estar inscrito dentro de los límites de la Constitución y el Estatuto de Guernica.

Aparte de estos puntos de coincidencia, Borrell aconsejó al presidente que comparezca ante el Congreso para explicar la marcha del proceso de paz y para conocer la posición de todos los grupos con representación en la Cámara.

Este debate no parece necesario al presidente porque no hay ninguna novedad que justifique una rápida presencia el Gobierno en el Parlamento. Piquérecordó, además, que el Debate sobre el Estado de la Nación está pendiente y aventuró que el proceso de paz será uno de sus argumentos principales. Para Borrell, esa cita parlamentaria es demasiado lejana.

Según indicó el líder socialista tras sus tres horas de entrevista con el presidente del Gobierno, Aznar no tiene previsto ningún cambio en materia penitenciaria, a la vista de que "no hay ninguna novedad, ningún contacto, ninguna negociación o avance. El presidente dice que no hay nada nuevo y por llo no hay razones para cambiar la política penitenciaria".

El PSOE pide una política penitenciaria individualizada, reversible, flexible, dinámica y, sobre todo, consensuada, unos plantamientos que sobre el papel comparte el Gobierno, pero sobre los cuales quiere conservar su capacidad de decidir.

Para Borrell, la situación política del País Vasco es "preocupante" porque la iniciativa está en manos de los firmantes del Pacto de Estella y porque el Gobierno Aznar no exige compromisos a sus sociosdel PNV.

Piqué, por su parte, defendió la continuidad de los acuerdos con el PNV, aunque reconoció la "irresponsabilidad" de algunos de sus actos y pidió contener el nerviosismo y la impaciencia en un proceso que será largo y difícil.

En este sentido, el dirigente socialista aseguró que el Gobierno tendrá "obstáculos" en el camino hacia la paz, pero nunca "competidores" que desde el PSOE pretendan entorpecer el proceso.

Borrell aseguró que su primera entrevista con el presidente ha sido "prouctiva y positiva", aunque puntualizó que sus relaciones no son un asunto de "física y química", sino de "voluntad política de consenso".

El segundo asunto en que se centró la entrevista de ambos dirigentes fue la negociación de la Agenda 2000. En esta materia, el PSOE ofreció al Gobierno su colaboración y apoyo, aunque Borrell dijo que España se encuentra en un momento de "aislamiento" dentro de la UE.

A esta afirmación, Piqué dijo que no reconocer que España vive su posición histórica más sólid en el marco internacional "es no querer ver la realidad" y reclamó del PSOE "responsabilidad, y no sólo poses".

Aznar y Borrell hablaron también de otros asuntos como la reforma de la justicia, la gestión hidrológica y la financiación autonómica. En esta materia, el candidato socialista propuso al presidente llegar a un acuerdo sobre un nuevo modelo de financiación antes de las próximas elecciones generales y en un marco de estabilidad política.

Por su parte, Piqué reiteró la postura del Ejecutio que rechaza iniciar cualquier tipo de debate sobre esta materia hasta que no esté cernana la expiración del actual sistema que vence en el año 2001.

(SERVIMEDIA)
09 Feb 1999
SGR