Esa cifra corresponde a las pensiones remitidas por las comunidades autónomas, responsables del reconocimiento d la prestación, a la Tesorería General de la Seguridad Social, que únicamente se encarga de efectuar el pago.

La lentitud de las comunidades autónomas a la hora de tramitar las solicitudes presentadas contrasta con la decisión adoptada en abril por el Gobierno para habilitar un crédito de 65.000 millones de pesetas con el que hacer frente al pago de estas prestaciones durante 1991.

Fuentes del Ministerio de Trabajo explicaron que esa lentitud obedece, entre otras cosas, a la necesidad de comproba que los peticionarios reúnen los requisitos exigidos en la ley, para evitar situaciones de fraude.

EFECTOS RETROACTIVOS

En todo caso, aquellos que vean reconocido por las comunidades su derecho a la prestación tendrán derecho a recibir su importe con efectos retroactivos desde la fecha de solicitud, al igual que ocurre con las prestaciones de paro.

Las pensiones no contributivas (cuyos titulares tienen derecho a una prestación de 26.000 pesetas) comenzaron a abonarse en junio, mes en el que elnúmero de beneficiarios ascendía a 1.234.

A las pensiones no contributivas tienen derecho las personas mayores de 65 años y los minusválidos o enfermos crónicos en grado igual o superior al 65 por ciento, siempre que carezcan de recursos económicos. Las tres cuartas partes de los beneficiarios potenciales, que el Ministerio de Trabajo cifra en 700.000, son mujeres.

Los resultados obtenidos hasta el pasado mes de setiembre parecen poner de manifiesto el fracaso de la campaña emprendida en marzo po el Inserso para informar a los 490.000 beneficiarios de pensiones asistenciales o de minusvalías que podían acogerse a las nuevas prestaciones no contributivas.

De cara a 1992, los Presupuestos del Estado destinan 149.582 millones de pesetas a la financiación de las prestaciones no contributivas y se estima que el número de beneficiarios se elevará a 375.000, es decir, 365.000 más que ahora.

El importe de estas pensiones se situará el año que viene en 30.000 pesetas al mes, 4.000 más que en 1991 con un total de 14 pagas anuales.