Ambas instituciones se comprometen a prestar una atención especial en materia de seguridad a los sectores más vulnerables de la sociedad, como mujeres maltratadas, menores y víctimas de la explotación sexual y laboral, así como a colaborar en todo lo relacionado con las tribus urbanas.

Ayuntamiento y delegación del Gobierno constituirán diversos grupos de trabajo conjuntos entre miembros de las policías Nacional y Municipal, con el objetivo de establecer dispositivos específicos y aportar soluciones a los problemas que requieran un esfuerzo añadido.

Igualmente, se actuará contra la inseguridad que afecta a determinados sectores económicos específicos, como el turismo o los afectados por la violación de los derechos de la propiedad intelectual e industrial. También se estudiará cómo aumentar la seguridad en el transporte público, en concreto en metro, autobuses y ferrocarril.

Los distintos grupos previstos estudiarán, por un lado, el modo de mejorar la convivencia en el espacio público y se ocuparán de cuestiones como el ruido, la velocidad, la alcoholemia, las concentraciones y el vandalismo. Por otro lado, establecerán prioridades y actuaciones conjuntas dentro de un plan de seguridad específico para Usera, Villaverde, Centro y Tetuán.

El objetivo último, según indicó Ruiz-Gallardón, es desarrollar un plan de seguridad para la mejora de la convivencia y revisar el despliegue policial en Madrid para adaptarlo a las nuevas necesidades.