La cesión de este avión se enmarca en las actuaciones llevadas a cabo por el Ministerio de Defensa desde 2006 con el fin de intensificar la cooperación con los países del África Subsahariana (fundamentalmente Senegal, Mauritania y Cabo Verde) como contribución al plan puesto en marcha por el Gobierno español para hacer frente a las redes que trafican con seres humanos.

Defensa ya ha cedido a estos países un total de cinco aviones y un helicóptero para colaborar en misiones de vigilancia, al tiempo que participa en la formación de pilotos y personal de mantenimiento de estas aeronaves y ha suscrito acuerdos de colaboración sobre vigilancia conjunta de los espacios marítimos.