Gutiérrez Rivas compareció esta mañana en conferencia de prensa para dar a conocer los resultados obtenidos en un muestreo realizado durante el mes de enero en 51 bares y "burgers" de toda la región. Según el consejero, en general las hamburguesas que sirven estos establecimientos son "aceptables".

Los técnicos realizaron los análisis tomando como base las normas sobre elaborado de carnes picadas y de salchicha, por no existir una normativa específica para las hamburguesas.

La Consejería de Sanidad afirma en sus conclusiones que el consumo "esporádico" de hamburguesas "no representa un peligro para la salud de los consumidores", aunque advierte que "el aumento progresivo del nivel de colesterol sanguíneo en la población española, incluida la infantil, indica que, en general, no debe abusarse de productos que contengan un elevado porcentaje de grasas animales".

El muestreo comenzó en las primeras semana de 1991, coincidiendo con la publicación de un polémico informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), en el que se denunciaba, entre otras cosas, la mala calidad de las carnes y aceites utilizados por las multinacionales del sector implantadas en España.

Según el director regional de Sanidad de Cantabria, Miguel del Valle, "en los 51 establecimientos visitados no se han apreciado deficiencias higiénico-sanitarias dignas de mención", a excepción de algunos casos en los que los operarioscarecían del carné de manipulador de alimentos o lo tenían caducado.

MAS AGUA DE LA PERMITIDA

El estudio revela que el 25,4 por ciento de las hamburguesas analizadas contenían más agua de la permitida en la normativa sobre carne picada, y el 33,3 por ciento menos proteínas de las que debe contener el músculo con el que se elabora la carne picada.

Según el informe, de la combinación de estas dos variables resulta que en más de la mitad de las hamburguesas servidas en Cantabria (el 56,8 por cient) la relación agua/proteínas es mayor que la permitida para las carnes picadas.

Los contenidos en grasas animales y tejido conjuntivo, punto clave en la polémica suscitada, por tratarse de elementos nocivos cuando son consumidos en grandes cantidades, son considerados "altos" en un 35,3 por ciento y un 33,3 por ciento, respectivamente, de las hamburguesas analizadas.

Sólo un 13,8 por ciento de los bares y "burgers" examinados vendían hamburguesas con conservantes por encima de los niveles permitios en la normativa para salchichas.