A partir de ahora, esas viviendas pasarán a ser propiedad de cada uno de los inquilinos, quienes tendrán que abonar entre ochocientas mil y dos millones de pesetas para obtener las escrituras. Estas cantidades pueden ser abonadas incluso en un plazo que podría llegar a los 25 años, dependiendo de los ingresos económicos de cada unidad familiar.

Según el director general de Vivienda, en estos momentos s procede a la tasación de las casas, que rondarán entre el millón y medio y los cuatro millones de pesetas. El Gobierno financiará la mitad del precio y el resto lo tendrán que pagar los inquilinos aunque se les descontará lo que hayan pagado hasta ahora por el alquiler. Las familias numerosas tendrán asimismo una subvención del 15% sobre el total del precio de la casa, aunque el requisito para conceder estas subvenciones es no poseer otra vivienda.