Los ministros ingleses han considerado insuficiente la medida inicialmente prevista de prohibir la publicidad en televisión de "comida basura", y han decidido ampliarla a otros medios como Internet, mensajes SMS publicitarios, las salas de cine, los juegos de ordenador y las vallas exteriores.

El programa también contempla incentivar a los establecimientos de alimentación para que ofrezcan tarjetas de fidelidad que permitan un ahorro extraordinario a los clientes que adquieran alimentos saludables, bajos en sal, azúcar y grasas.

El plan también incluye directrices para que los médicos de cabecera den prioridad al tratamiento y la prevención de la obesidad infantil.

Asimismo, el Ejecutivo ha encargado un estudio sobre la posible evolución a largo plazo de la incidenciaentre los británicos de este problema de salud, con el fin de evaluar la posibilidad de administrar nuevos fármacos para la reducción de peso.