Así lo puso de manifiesto después de que el Banco de España decidiera intervenir la entidad manchega y de que el Consejo de Ministros aprobara un Decreto Ley por el que se autoriza la concesión de garantías derivadas de la financiación que puede otorgar el Banco de España a su favor.

En un comunicado, el Ejecutivo regional quiso transmitir un mensaje de "tranquilidad y seguridad en el futuro de la caja y confía en que la decisión contribuya a poner fin a los rumores sobre la entidad que no ayudan en nada dado que" como ha dicho Solbes "es una entidad solvente".

Asimismo, el Gobierno regional aseguró que los empleados, impositores, clientes de la Caja Castilla-La Mancha y los ciudadanos de la región "pueden estar tranquilos, que sus ahorros están garantizados ahora más que nunca con el aval del Banco de España, y que la entidad seguirá prestando su servicio como entidad financiera de referencia en la región".

En este sentido, recordó que "la entidad estaba inmersa en un proceso de fusión con Unicaja, respetado desde el Ejecutivo regional en todo momento, que era conveniente para fortalecer a la caja en el contexto actual de crisis económica y financiera globales".

"Ese proceso no se ha podido culminar con éxito, pese a que existe un informe favorable del Banco de España, porque la entidad financiera andaluza quería obtener más beneficios del proceso de fusión", señaló el Ejecutivo de José María Barreda.

Por último, el Gobierno regional quiso dejar claro que "ha actuado siempre con la máxima responsabilidad y transparencia porque su primer objetivo ha sido, es y será proteger los intereses de la región y en relación a este asunto trabajar a favor de los intereses de los empleados, clientes e impositores de la caja".