El consejero de Economía y Hacienda, Jaume Matas, señaló no obstante que "sta caída no va a ser reflejo de una pérdida en inversiones" y aseguró que "el gasto del presupuesto balear está muy por encima de la media del resto de autonomías. Esta reducción supone una inapreciable variación de la influencia que los presupuestos tendrán sobre el conjunto de la economía en las islas".

Según Matas, pese al recorte el Gobierno mantendrá los grados de inversión. Así, mientras en el año 1988 se destinaron a inversiones un 42 por ciento de los presupuestos y durante este año el 53 porciento, para el próximo año se mantendrá un nivel próximo al 50 por ciento.

Todas las consejerías, excepto tres (Cultura, Presidencia y Obras Públicas), sufrirán recortes en sus partidas presupuestarias y se congelarán los salarios de los funcionarios de la Administración autonómica.