El decreto quiere dar respuesta a las protestas de comerciantes y turistas que han denunciado en repetidas ocasiones la "picaresca" de los "manteros", empresarios que, sin tener licencia, ofrecen excursiones a los turistas, que incluyen visitas a fábricas de mantas a precios desorbitados.

La norma exige que los transportes terrestres que formen parte de actividades recreativas, de ocio y culturales incluya una parada para comer en un restaurante, la compañía de un guía turístico y la entrega de un billete al pasajero, que incluya la identificación de la agencia, el precio y el itinerario específico del viaje.

El Consejo de Gobierno aprobó también el borrador del anteproyecto de Ley que regula la publicidad dinámica o propaganda callejera. Este es el principal sistema de publicidad de los "manteros" que abordan en la calle a los turistas con folletos promocionales, sin ningún tipo de autorización municial.

El anteproyecto de ley establece sanciones de hasta cinco millones de pesetas para aquellas empresas que realicen este tipo de prácticas sin autorización de los ayuntamiento.