Este impuesto, denominado también "Tarjeta Turística", sería abonado por los turistas a su llegada a las islas, en los puertos y aeropuertos, en lugar de incluirlo en los paquetes de contratación hotelera, "porque eso afectaría a la competitividad del sector isleño y el objetivo es otro", explicó.

El proyecto está en fse de estudio, y aún no se ha determinado si se aplicaría a los turistas extranjeros sólo, o también a los españoles. El Ejecutivo autónomo justifica esta tasa, "porque estamos ofreciendo una infraestructura para una población que nos duplica en número, sin que obtengamos una compensación por ello".

Una tasa de estas características ya se cobra en otros países a los turistas que los visitan y el proyecto en Baleares sería el primero en España. Por ejemplo, en Suiza, el turista debe abonar una tasa porutilizar la red de autopistas del país (unas 4.500 pesetas al año, actualmente), explicó un portavoz del Gobierno.

El Gobierno Balear aplicaría este impuesto en el caso de que fracasaran las negociaciones con la Administración central y europeas en materia de inversión.

La Federación Hotelera de Mallorca ha reaccionado a esta propuesta y su presidente, Ferrán Porto, declaró a Servimedia que "algo así sólo se dice en un café o hablando en broma". "El consejero que dice esto tiene un gran sentido dl humor", añadió.

Por su parte, el consejero de Obras Públicas, Bartomeu Reus, anunció la posibilidad de "denunciar en los tribunales al Estado, si Baleares no obtiene similares ventajas fiscales como las que goza la comunidad canaria, especialmente en materia de transporte aéreo y marítimo".

"Con este impuesto" explicó Reus, "lo que haremos será compensar la falta de inversiones y ayudas procedentes de otras administraciones".