El Ejecutivo que preside Jaume Matas ha intensificado la lucha contra la oferta turística ilegal y ha ordenado el precinto de seis hoteles y diechocho complejos de apartamentos. El cierre ha afectado a 3.000 plazas turísticas, según informó hoy a Servimedia un portavoz de la Consejería de Turismo.

González Ortea aportó los datos sobre las actuaciones del Ejecutivo en respuesta a una interpelación del gruponacionalista Partit Socialista de Mallorca.

Los nacionalistas solicitaron al titular de Turismo los nombres de los establecimientos que han recibido la orden de cierre. González Ortea replicó que "no es conveniente divulgarlos a la opinión pública", aunque se comprometió a dar a conocer la identidad de los establecimientos a todos los diputados autonómicos que lo soliciten.

El Gobierno balear justifica su negativa a identificar los hoteles y apartamentos ilegales en la imagen que podría proyectare en la prensa internacional, ya que los turistas se ven obligados a abandonar el establecimiento una vez ordenado su cierre. Además, la Consejería de Turismo alega que la orden del Ejecutivo no es firme, sino que cabe recurso de los propietarios.

Los hoteles que han recibido la orden de cierre están situados en el Arenal, una zona turística de Palma, en la Colonia de Sant Jordi, Binissalem, Ca'n Picafort, y dos en Sant Josep de Ibiza.