Esta disposición atiende los requerimientos de la normativa comunitaria sobre abonos, desarrollando y complementando diversos aspectos, tales como identificación de los contenidos en nutrientes, adopción de medidas de control para evaluar la calidad de los abonos y para controlar su posible peligrosidad, y establecimiento de un régimen sancionador, entre otros.

Por otra parte, los reglamentos europeos sobre abonos no contemplan otros productos fertilizantes que tradicionalmente se vienen utilizando en la agricultura española, entre los que cabría citar a los abonos y enmiendas orgánicos, determinados abonos especiales y las enmiendas calizas. Todos estos productos reciben una especial atención en el real decreto hoy aprobado, actualizando anteriores disposiciones nacionales que los regulaban.