Así se afirma en la "Síntesis de Indicadores Económicos" referida al mes de octubre y difundida hoy por el departamento que dirige Pedro Solbes.

"Esta notable inercia expansiva de nuestra economía se ve reflejada por indicadores como el consumo de energía eléctrica, las ventas de las grandes empresas, la recaudación impositiva y el empleo", pese a la desaceleración de su tasa de crecimiento en medio punto, hasta el 3,7% en el tercer trimestre.

El avance del PIB continúa impulsado, fundamentalmente, por la demanda nacional, a lo que se une la continuidad en la recuperación de las exportaciones, favorecida por el despegue de las economías europeas, dice Economía.

Desde la perspectiva de la oferta, el Gobierno destaca la tendencia alcista de la actividad industrial y el mantenimiento del dinamismo de la construcción, aunque en este segundo caso algunos indicadores se orientan a la "moderación", entre ellos los precios de la vivienda.

Economía incide en que la construcción ha proporcionado señales de signo diverso, contrastando la continuidad en la fortaleza del consumo de cemento, los visados de obra y el empleo en el sector con la clara tendencia a la desaceleración que reflejan otros datos, como los precios de la vivienda.

Los precios crecen un 9,8% en tasa interanual en el tercer trimestre, un punto menos que el trimestre precedente, tendencia "coherente con la madurez del ciclo expansivo de la demanda residencial y con la incidencia del alza de los tipos de interés hipotecarios".

El tipo medio aplicado por las entidades de crédito a los hogares se situaba en agosto de este año en el 4,41%, frente al 3,29% de un año antes.

CAERÁ LA TEMPORALIDAD

Los datos de la EPA correspondientes al tercer trimestre de 2006 muestran el mantenimiento del dinamismo del mercado de trabajo, lo que también se refleja en otros indicadores laborales como las afiliaciones a la Seguridad Social y el paro registrado, agrega el Gobierno.

"El empleo sigue creciendo a un fuerte ritmo y también lo hace la población activa, en correspondencia con la solidez de la actividad económica", añade, lo que ha permitido a la tasa de paro reducirse hasta el 8,1%.

El número de trabajadores con contrato indefinido crece con más fuerza que en el pasado (3,6%, un punto más) y el de temporales se desacelera (4,5%, 3,4 puntos menos), pero sigue creciendo a más ritmo, lo que se traduce en un repunte de la temporalidad.

Pese a ello, dice Economía, se observa desde hace unos meses una tendencia creciente en los indefinidos y decreciente en los temporales, "probablemente" por los efectos de la reforma laboral que entró en vigor a principios del pasado julio.

Tras esta evolución, la tasa de temporalidad se situó en el 34,6%, ligeramente por encima de la del trimestre precedente.

Sin embargo, a medida que el crecimiento de los contratos temporales se modere en los próximos trimestres y se consolide el crecimiento de la contratación indefinida, cabe esperar una caída de la tasa de temporalidad, augura el Ejecutivo.