EL GOBIERNO ATRASA UN AÑO LA APLICACION DE SU REFORMA FISCAL
- Solbes anuncia deducciones para los seguros de dependencia, en detrimento de los planes de pensiones
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El Gobierno presentará la ley de reforma del IRPF en el Congreso de los Diputados a finales de este año para que sea debatida y estudiada durante todo el 2006, con el fin de que entre en vigor en 2007, lo que supone un atraso de un año sobre los anunciado reiteradamente por el PSOE y por el propio Ejecutivo.
Solbes anunció hoy en un acto celebrado en Madrid las líneas generales de la reforma fiscal socialista y afirmó que "nuestra voluntad es que la reforma pueda entrar en vigor el 1 de enero de 2007".
A pesar de que fuentes del Ministerio de Economía negaron a Servimedia que este hecho suponga un retraso de un año sobre lo previsto, el propio Solbes, en su última comparecencia ante la Comisión de Economía del Congreso del Congreso, el pasado 9 de febrero, en respuesta a preguntas de un diputado sobre el impacto del nuevo IRPF, contestó que "en el año 2005, ninguno", y que "en el año 2006 y siguientes dependerá de la naturaleza de la reforma y de su impacto".
Además, el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Angel Fernández Ordóñez, durante su comparecencia del 9 de marzo (hace sólo tres semanas) ante la misma Comisión aseguró que "las líneas generales del IRPF serán presentadas por el Gobierno próximamente, aunque su concreción se realizará a lo largo del año y la aprobación final corresponderá a estas Cortes Generales", según consta en el diario de sesiones del Congreso, recogido por Servimedia.
En la misma línea se ha pronunciado en algunas ocasiones el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, quien ha comprometido la reforma del IRPF para este año 2005, con el objetivo de que entre en vigor en 2006, además de reiterar que esta reforma se produciría en el segundo año de legislatura.
Incluso Gobierno y PSOE explicaron que no querían utilizar esta reforma en la víspera del año electoral, una actitud que le reprochaban por electoralista al PP, que aprobó sus dos reformas fiscales en 1999 y 2003, justo antes de la cita ante las urnas.
DEPENDENCIA
Por otra parte, las líneas generales presentadas por Solbes no se apartan de lo ya conocido: IRPF más sencillo, con menos tramos y un tipo máximo más bajo (posiblemente se reducirá del 45% al 42%); se mantiene la deducción por vivienda; se intenta disminuir la carga tributaria al trabajo, aunque no se precisa cómo; y se incentivará fiscalmente, por primera vez, el tratamiento de la dependencia, en detrimento del apoyo a los planes de pensiones.
Este asunto del trato a la dependencia es el más novedoso de los anuncios realizados hoy por Solbes, quien insistió en que se trata de un asunto "cada vez con mayor importancia" y que es necesario acometer ya para garantizar así una "mínima justicia social".
Se trata, según el vicepresidente segundo del Gobierno, de atender a quienes "no pueden hacer por sí mismas las actividades de la vida cotidiana" y que, con el envejecimiento de la población y el cambio de las estructuras familiares, han visto agravada su situación.
Por ello, se establecerán distintas posibilidades de apoyo, entre las que se incluyen "los incentivos fiscales" a los seguros privados que cubran esta contingencia.
Esta mejora de la tributación a los seguros de dependencia irá en detrimento de los planes de pensiones, con los que el Gobierno socialista no está satisfecho. Por ello, las deducciones fiscales tratarán de rebajarse, con limites en las aportaciones, y se ceñirán a quienes perciban sus planes en forma de renta periódica y no todo el plan en el momento de la jubilación.
"POCOS" CAMBIOS
Solbes reiteró durante su discurso que adelanta sólo las "líneas generales" de la reforma, que contará con "pocos" cambios sobre las anteriores, a pesar de que criticó la "falta de neutralidad" y la falta de equidad y eficiencia de las reformas de los Gobiernos de José María Aznar.
Puso como ejemplo que el 80% de la base imponible del IRPF actual se corresponde con las rentas del trabajo, que son a las que el Gobierno quiere beneficiar, si bien "el instrumento elegido está aún por determinar".
Además, para ganar equidad, según dijo Solbes, el nuevo impuesto modificará el tratamiento fiscal de las circunstancias personales y familiares, suprimiendo el trato discriminatorio en función del nivel de rentas. Por ejemplo, se prevé sacar de la base del impuesto la deducción por hijo y aplicarlo directamente en la cuota, para beneficiar a familias con pocos ingresos.
VIVIENDA
En cuanto a las ganancias patrimoniales, se mantendrá la tributación, si bien se intentará aumentar la presión fiscal a las plusvalías. No obstante, la solución aún no está cerrada y pasaría por aumentar el tipo impositivo del 15% al 18% y fijar un mínimo exento que permitiría a muchos contribuyentes no tributar por plusvalías.
Finalmente, a pesar también de los reiterados anuncios sobre cambios en las deducciones por compra de vivienda, el Gobierno ha comprobado que favorece a las rentas medias y bajas, por lo que sólo aplicará leves retoques que no afectarán a la capacidad de deducción actual, de 9.015 euros.
Por el momento, Solbes no se refirió a mejoras en la fiscalidad del alquiler de vivienda.
El ministro de Economía reconoció que muchas de las decisiones definitivas todavía se están barajando, mientras que fuentes que trabajan en las simulaciones aseguraron que se siguen haciendo pruebas con muchas variables.
Por ello, el Gobierno no llevará su propuesta a las Cámaras hasta el último trimestre de 2005, para generar debate durante todo el 2006, y aplicar la reforma en 2007, sólo un año antes de las siguientes elecciones generales, si se agota la legislatura.
(SERVIMEDIA)
30 Mar 2005
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