La condecoración pretende ser un reconocimieno a las víctimas del terrorismo y expresar la gratitud a esas personas "por el servicio doloroso y fecundo prestado a la causa de la libertad y de la convivencia en paz de todos los españoles". Con esta orden se completa el desarrollo de la Ley de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo, aprobada el pasado mes de octubre.

La Gran Cruz será otorgada por el Consejo de Ministros, mediante real decreto, y la concesión de la Encomienda correrá a cargo del Ministerio de la Presidencia, que dictará órdens ministeriales.

Las personas que pueden reclamar estas condecoraciones para sí o para sus familiares son alrededor de 3.700, 1.000 de ellas por razón de fallecimiento, 2.650 por lesiones de distinto grado y 77 como víctimas de secuestros.