De ellos, dos son juzgdos centrales con sede en Madrid, que se añadirán a otros ocho que el Gobierno tiene previsto crear entre 1999 y el año 2000.

Además, en abril de 1999 se constituirán otros 89 juzgados, que se sumarán a otros 26 en el 2000, de forma que el número total será de 180, superando así las previsiones de 112 juzgados de lo contencioso-administrativo contenidas en la Ley de Demarcación y Planta Judicial.

De esta forma, las salas de lo contencioso-administrativo existentes en algunas provincias verán descrgado gran parte de su trabajo, ya que es la jurisdicción que soporta una mayor acumulación de asuntos.

También contribuirán a paliar la saturación de los Tribunales Superiores de Justicia y de la Audiencia Nacional, que conservarán la competencia para juzgar en primera instancia los pleitos más importantes.