Este crecimiento se debe fundamentalmente al incremento de la participación española en organismos financieros internacionales y en la subida de la aporación a la Comunidad Europea (que ha sido aumentada en un 34,43 por ciento), además de los créditos "blandos" del Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD) previstos en proyectos bilaterales.

Por áreas geográficas, Iberoamérica continúa siendo el primer receptor de la ayuda económica española, que es distribuida por el Ejecutivo siguiendo "criterios técnicos y nunca políticos", según la ministra Portavoz, Rosa Conde.

Aunque falta por determinar la cuantía de la mayor parte de los programas de ayuda, lospaíses iberoamericanos recibirán 7.232 millones de pesetas (un 24,33 por ciento), Africa (sin contar el área magrebí) 3.973 millones (un 13,36), las naciones árabes de Asia y norte de Africa 1.220 millones (un 5,11), el resto de Asia y Oceanía 252 millones (0,87) y Europa del Este 4,3 millones (0,01 por ciento).

Estos últimos países no tienen consideración de países en desarrollo, por lo que, para compensar las escasas ayudas incluidas en el plan, se han establecido programas individuales que pueden sr modificados, por un monto total de 68 millones de pesetas.

Hasta el momento, Polonia es la nación de Europa del Este más beneficiada, con 19 millones, seguida de la Unión Soviética (12), Bulgaria, Checoslovaquia y Yugoslavia. Rumanía tiene establecida una ayuda de 800.000 pesetas.

El Paci supone, según el Gobierno, un importante esfuerzo de racionalización y planificación de las ayudas económicas españolas. La Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica, dependiene del Ministerio de Exteriores, coordinará todos los planes.

Por otro lado, la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), incluida en la cooperación internacional para 1991, se cifra en algo más de 100.000 millones de pesetas, lo que significa un incremento del 34,43 por ciento respecto a la asignación de 1990.