En respuesta a la acusación de Aznar de que González había roto en su mitin en Arévalo (Avila) el pacto entre ambos para no utilizar las pensiones en la confrontación electoral, el secretario general de Relaciones con las Cortes, Enrique Guerrero, dio hoy los siguientes argumentos:

"Primero. El Gobierno y el Grupo Parlamentario Socialista están y han estado firmemene decididos a extraer de la contienda electoral el debate sobre las pensiones".

Segundo. El primer dirigente político que introdujo en esta coyuntura actual el debate sobre las pensiones en la contienda electoral fue el presidente del Partido Popular, José María Aznar, quien en un mitin celebrado el 28 de abril en Zaragoza señaló directa y explícitamente que las pensiones estaban en peligro por la política del Gobierno socialista y más específicamente por los efectos de la política económica del Gobieno socialista.

Tercero. Estas palabras del presidente del Partido Popular no se corresponden en absoluto con la realidad de la política económica del Gobierno socialista ni mucho menos por lo que se refieren a las pensiones.

Los presupuestos para 1994 y 1995 en ambos casos mantuvieron el poder adquisitivo de las pensiones incorporando cláusulas de revisión sobre el aumento de los precios. Es más, la partida presupuestaria que dentro de los gastos sociales más subió respecto del crecimiento de la conomía para estos dos años presupuestarios fue la referida a las pensiones.

La iniciativa política para alcanzar un pacto entre todas las fuerzas parlamentarias que posteriormente se conoce como 'pacto de Toledo' procedió del Grupo Parlamentario Soicialista y, por tanto, este grupo suscribe en su totalidad el sentido político del pacto de Toledo.

Además de lo dicho, el Gobierno ha alcanzado un acuerdo político con los pensionistas para garantizar el mantenimiento del poder adquisito de las pensines hasta la conclusión de la presente legislatura, es decir, también para los presupuestos de 1996 y de 1997.

Estas cuestiones desmienten en los hechos la imputación del presidente del Partido Popular de que las pensiones estaban en peligro por la política del Gobierno socialista.

Cuarto. El presidente del Gobierno no hizo una refrerencia ni exclusiva ni especialmente dirigida a las pensiones, sino al conjunto de las políticas sociales, dentro de las cuales, sin duda, las pensiones es un element importante. Y lo hizo en el contexto de una reflexión general sobre que no es posible separar la política de ingresos de la política de gastos y que, por tanto, no es muy coherente ofrecer expansión en la política de gastos y retracción en la política de ingresos.

Finalmente, concluyó el presidente del Gobierno que si se ofrece a un determinado sector social menos impuestos, es difícilmente compatible con también ofrecer a otro determinado sector social mayor expansión en los gastos. Si baja el IRPF ara los mayores contribuyentes, difícilmente se incrementarán las pensiones para aquellos que lo necesiten".

Tras esta exposición, Enrique Guerrero señaló que "no parece que sea muy razonable que estemos en un clima político en el cual debamos recibir todo aquello que los demás estén dispuestos a imputarnos y además debamos sacarlo del debate político con las otras fuerzas políticas".

Añadió que el "el presidente del Gobierno no desea que el tema de las pensiones sea objeto de debate electoral, pro esto no quiere decir, naturalmente, que no se pueda hablar de las políticas sociales".

Argumentó que "el Gobierno está no solamente legítimado sino obligado para transmitir su posición y su información a los ciudadanos españoles y explicar a qué conducen las políticas fiscales, las políticas económicas y las políticas sociales que proponen los demás grupos políticos".