Según publica hoy El Correo Español-El Pueblo Vasco, de Bilbao, el PSE-EE cree que el Pacto de Ajuria Enea y la estrategia antiterrorista deben ser complementados con nuevas fórmulas.

En esa estrategia de apertura, los socialistas consideran esencial aprovechar el surgimiento de movimientos sociales del perfil de Elkarri, para buscar puntos de encuentro con una parte de la sociedad hasta ahora vetada por las fuerzas democráticas.

Sin embargo, señala el citado diario, hata la fecha "no ha cuajado un intento del PSE-EE de contactar oficiosamente con HB".CONTACTOS

Durante las últimas semanas, según las mencionada información, dirigentes socialistas han mantenido innumerables contactos con miembros de organismos populares del entorno del denominado Movimiento de Liberación Nacional Vasco (MLNV), con organizaciones pacifistas, culturales y con destacadas personalidades cercanas a Herri Batasuna. "Un intento de reunión con dos dirigentes radicales, IÑaki O'Shea y RafaDíez, fue, sin embargo, rechazado".

La Comisión Ejecutiva socialista ya ha dado su aprobación a las líneas generales de la que, según sus principales impulsores, Jáuregui, Onaindía y Eguiguren, será la operación de mayor calado en el socialismo vasco en los últimos diez años.

El cambio de estrategia tiene un doble objetivo: lograr el mayor consenso posible en Euskadi para cerrar el proceso estatutario y poner las bases de la pacificación abriendo una nueva dinámica que complemente al Acuerdo parala Normalización y Pacificación.

Mario Onaindía, vicepresidente del PSE-EE explica que "el pacto de Ajuria Enea ha practicado una política de aislamiento del terrorismo y de su entorno que ha dado sus frutos con la aparición de movimientos sociales y pacifistas enraizados en la sociedad. Nosotros creemos que a esos movimientos no se les puede mantener aislados, no se les puede responder con el palo, sino con el diálogo".

POLITICA DE APERTURA

El intento de hacer al PSE-EE permeable a la influenca del nacionalismo radical y de las organizaciones populares trata de conseguir un importante cambio en el clima político vasco. "Por un lado, hay que recuperar el consenso estatutario y, por otro, dar una oportunidad al mundo de HB para que se incorpore a la vida democrática. Eso también requiere que la estrategia antiterrorista se complete con fórmulas nuevas", señala Onaindía.

Los primeros pasos en la ruptura del aislamiento han sido interpretados en algunos medios del nacionalismo radical como intntos de preparar un contacto ETA-Gobierno o Antxon-Vera. Sin embargo, los socialistas han precisado que ése no es el objetivo.

Según el vicepresidente del PSE-EE, "al margen de los contactos que puedan existir o no -conversaciones con ETA que nos tienen que parecer positivas a la fuerza-, creemos que la paz llegará mucho más facilmente a Euskadi a través de un diálogo entre movimientos sociales, partidos, sindicatos, instituciones".

A su juicio, lo que se pretende es establecer "un gran diálogo scial". "Esto no es para preparar luego otra cosa. Lo otro puede existir, y, además, igual es eso, pero no sólo eso".

El proyecto socialista pretende que, en el plazo de un año, pueda ponerse el cierre consensuado al proceso estatutario, haciéndolo coincidir con "una transformación sustancial de la vida política en Euskadi".