La interrupción del embarazo que originó esteproceso se realizó en una mujer adicta a la heroína, madre de un niño de cuatro años, que se hallaba en la décima semana de gestación. Según un informe realizado por la sanidad pública malagueña, el aborto se encontraba entre los supuestos legales.

No obstante, la sentencia condenatoria afirma que la mujer que abortó "no sufría un grave peligro para su vida, ni tampoco para la salud física o psíquica, por lo que no era necesaria la interrupción del embarazo".

Alberto Stolzemburg considera la sentncia "escandalosa, porque es indignante que en 1992 se condene con este cariz inquisitorio", aludiendo a los problemas que sufren los doctores que practican este tipo de intervenciones.

El abogado del ginecólogo procesado, Carlos Larrañaga, solicitará en los próximos días el indulto al Gobierno, porque si su procesado ingresara en prisión "sería un preso de conciencia".

Alberto Stolzemburg realizó el aborto en la clínica del ginecólogo Germán Saenz de Santamaría, indultado también por el gobiernopor un delito de aborto.