Según ha declarado el director general de la empresa, Luis Gigliani, buena parte de este crecimiento se debe a la apuesta comercial realizada por la empresa para aumentar la fidelidad de los clientes, mediante el anzamiento hace un año de líneas de cuidado y aseo personal para antes y después del afeitado.

Como consecuencia de esta favorable evolución, los responsables de la empresa cifran su actual cuota de mercado en España en un 80% del total de las ventas del sector de afeitado.

Según Gillette España, de cada cien pesetas que gastan los varones españoles en afeitado, 80 pesetas corresponden a la compra de productos de la compañía, lo que sitúa el nivel de fidelidad de la clientela en siete de cada die personas.

La empresa atravesó una crisis el pasado verano debido a los planes de la multinacional de cerrar sus instalaciones en Alcalá de Guadaira (Sevilla), que se zanjó con un acuerdo con los trabajadores para venderles las instalaciones fabriles por 100 millones de pesetas.

Esta opción de compra de Guillette ejecutada por los trabajadores en agosto del 95, supuso desechar otras ofertas como la reconversión de la factoría para producir manguera de fluidos especiales, o su venta a la firma zargozana Fundiciones Montañés, dedicada a la fundición de hierro con tecnologías avanzadas, por 2.000 millones de pesetas.