En un encuentro con los medios de comunicación, coincidiendo con su visita a España para la elaboración de su informe sobre Derechos Humanos en los distintos países de la Unión, Gil-Robles mostró su preocupación por la desinformación sobre el hecho religioso que existe en las escuelas públicas.

Señaló que esta desinformación es caldo de cultivo para los extremismos y que esta falta de visión global en algunos niños y en los ciudadanos europeos propicia, en ocasiones, actitudes de xenofobia.

Según explicó, poniendo como ejemplo el Islam, hay religiones a las que, "muchas veces, no se les ha dado el lugar que les corresponde", teniendo en algunos casos que recurrir casi a la clandestinidad para poder practicar su culto.

El comisario español explicó que esta preocupación la compartió en una reunión con representantes de las cinco iglesias monoteístas, y que estas confesiones tambiénconsideraron oportuna la propuesta de la formación de profesores que no pertenezcan a ninguna religión pero que sean capaces de transmitir a los futuros ciudadanos europeos la religión como hecho histórico.

A juicio de Gil-Robles, el Estado tiene la obligación de informar a los ciudadanos para evitar la lucha entre las religiones y los combates entre los estados laicos y las creencias de cada uno.

El comisario europeo para los Derechos Humanos advirtió a los estados europeos que deben permitir a cada uno la religión que le corresponde y que decide profesar.