En los pasillos del Congreso, Gil Lázaro terciaba así en el cruce de declaraciones entre el vicepresidente primero del Gobierno, Francisco Alvarez Cascos, y Juan Alberto Belloch, a propósito de la sentencia del "caso Marey"las supuestas promesas de indulto a los ex policías José Amedo y Michel Domínguez.

Belloch "está siguiendo la estrategia desesperada del que se sabe acosado por los hechos", dijo Gil Lázaro, al tiempo que le reprochó no haber dicho la verdad cuando tuvo que explicar públicamente "los pormenores de la triste aventura de la captura del señor Roldán".

El portavoz popular recordó a Belloch que fue él quien dijo "que aquéllos que pagaron a Amedo y Domínguez cometieron un delito de malversación, y es n hecho conocido por todos que esos pagos se produjeron", y acusó al ex ministro de conducir "de la mano al abogado del señor Conde al Palacio de La Moncloa para que se entrevistara con don Felipe González".

De la misma forma, subrayó las "curiosas" y "penosas" declaraciones del ex vicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra y del presidente de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, al decir "que un secuestro es simplemente una retención" o que Marey fue liberado por la voluntad de Barrionuevo y Vea.

Tras lamentar que Belloch pierda "una magnífica oportunidad de guardar silencio", le recomendó que se acoja a la voluntad del Gobierno de "pasar página", y sea consciente de que los hechos "obran de manera decidida, contundente y clara contra él".

Además, le advirtió que se enfrentará a la respuesta del PP cada vez que intente "justificar sus comportamientos" tratando de convertir a miembros del Gobierno en "chivos expiatorios", y concluyó que el propio ex ministro ha dado la razón al PP cuand decía que Barrionuevo y Vera "sólo son víctimas de González con la inestimable colaboración del señor Belloch".