GIL. LA AUDIENCIA NACIONAL NO ENCUENTRA AL BRASILEÑO QUE FUE FICHADO POR EL ATLETICO DE MADRID COMO PROFESIONAL, SIN SERLO
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La declaración prevista para hoy ante la udiencia Nacional del brasileño Maximiliano de Oliveira, uno de los cuatro extranjeros que supuestamente fueron fichados por el Atlético de Madrid como jugadores de fútbol profesionales, cuando en realidad no lo eran, quedó suspendida, debido a que no fue localizado a tiempo.
Según informaron hoy fuentes jurídicas, el cartero remitió la citación al juzgado alegando que faltan datos en la dirección que habían facilitado.
Asimismo, las mismas fuentes agregaron que el juzgado que dirige García-Castelón optará por citar al brasileño a través del propio Atlético de Madrid, dado que, al parecer, entrena en el Atlético B y que los fines de semana juega en la Ciudad Deportiva del Atlético de Madrid, en Majadahonda.
La citación de este testigo ha derivado en una averiguación de su domicilio. Aunque en un principio no se sabía donde vivía, luego se le localizó en Brasil y posteriormente en Madrid, pero sin que se sepa aún la dirección exacta de su lugar de residencia.
Según García-Castellón, siguindo la tesis del fiscal Anticorrupción encargado del caso, Carlos Castresana, en enero de 1998 Jesús Gil debía al Atlético de Madrid 2.700 millones de pesetas y para saldar la deuda, él y su hijo otorgaron cuatro contratos por los que Promociones Futbolísticas (Gil padre) cedía al club (Miguel Angel Gil) los derechos económicos y de imagen de los cuatro jugadores, uno de los cuales es Maximiliano de Oliveira.
Oliveira es el único de los cuatro extranjeros que faltaba por prestar declaración como testio ante el juez, en relación al "caso Atlético".
Los otros tres, Limamou Mbengue, Bernardo Matías Djana y Abass Muyiwa Lawal, ya lo hicieron a finales del mes de enero. Entonces aseguraron ante García-Castellón que desconocían que estuviesen valorados en varios miles de millones, lo que calificaron de "barbaridad".
Según la tesis del fiscal, estas cuatro personas fueron valoradas, por el Atlético de Madrid en 2.700 millones de pesetas más IVA, cuando en realidad pagó 290 millones por Limamou Mbenge, 350 millones por Bernardo Matías Djana, 1.100 por Maximiliano de Oliveira y 1.000 por Abass Muyiwa Lawal.
García-Castellón instruye el proceso iniciado con la querella presentada el pasado 27 de julio por la Fiscalía Anticorrupción contra Jesús Gil y otras seis personas más, a quienes acusa de haber cometido un presunto fraude de 9.427 millones de pesetas.
El juez instructor del "caso Atlético" imputa a Jesús Gil, a su hijo Miguel Angel y al ex vicepresidente del Atlético de Madrid Enrique Cerzo, entre otros, los delitos continuados de estafa, apropiación indebida, otorgamiento de contratos simulados, falsedad en documento público y mercantil, y otros delitos societarios.
(SERVIMEDIA)
29 Mar 2000
VBR