Malpartida, administrador de la empresa e arquitectos Administraciones y Proyectos Abral, consideró que su esposa "sí estaba capacitada" para desempeñar estas funciones en la agencia de valores y, en cuanto al cobro de parte de su sueldo en dinero no declarado, dijo: "Que yo sepa no ha cobrado nunca dinero B".

El marido de la imputada en el "caso Gescartera" explicó que su mujer cobraba en la sociedad un sueldo de 500.000 pesetas líquidas al mes y que era la única cantidad que percibía, contradiciendo las informaciones publicadas en referenia a que su mujer cobraba en dinero negro.

"Mi mujer pidió a Antonio Camacho que le valorara su cartera para que, cuando dejara el trabajo, hubiera una especie de liquidación entre lo que podría haber cobrado como comisionista y lo que cobraba fijo", explicó. Esa valoración de los clientes de la presidenta supondría unos 10 de millones de pesetas al año, que Giménez-Reyna pensaba cobrar cuando dejara la empresa, según su marido.

Preguntado por el diputado socialista Juan Fernando López Aguilar sore si era creíble que Enrique Giménez-Reyna ignorara que su hermana era presidenta de Gescartera, Malpartida dijo no poder responder, aunque sonrió dando muestras de incredulidad.

VIAJE A PARIS

En cuanto al polémico viaje en avión para ir a ver la final de la Copa de Europa de fútbol entre el Real Madrid y el Valencia, en mayo de 2000, Malpartida relató que Camacho invitó al viaje a él y a su mujer, lo que él aceptó, pero como su esposa no quería ir, le ofrecieron la posibilidad a su cuñado, el coroel de la Guardia Civil José Giménez-Reyna.

Después, al decirle Camacho que había "bastantes entradas más y plazas de sobra", Malpartida invitó a dos amigos de Valencia -que recalcó que "nunca han tenido ninguna relación" con Gescartera- y le dijo a su cuñado que si quería invitar a alguien más, vía por la cual se apuntó también su compañero en la Guardia Civil el teniente coronel José Luis Trapero.

El compareciente aseguró que siempre pensó que todos los gastos eran sufragados por Camacho, "que traba de su propia tarjeta", y "nadie me dijo que pagaba Gescartera". Supuso además que "las entradas eran donadas por la entidad madridista" y dijo saber que el avión fue fletado por el iraní Masud Zandy, amigo de Camacho.

También recordó que durante el vuelo conoció a "un inspector de policía", aunque aseguró que en el viaje "no se habló de Gescartera para nada". En cuanto al hotel, explicó, "pensábamos pagarlo; de hecho íbamos en habitaciones dobles, pero luego comprobamos que ya estaban pagadas" tabién por Camacho.

En cuanto al diario de su mujer, intervenido por la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios, opinó que contiene "anotaciones que eran de su letra y otras que no".

Malpartida reconoció que desde su empresa realizó algunos negocios con el despacho de abogados Zurdo Giménez-Reyna, en el que trabajaba su cuñado Enrique, hasta que éste se incorporó a la Administración en 1995.

También asumió que fue su hijo, Angel Malpartida, quien puso en contacto por primera vez a AníbalSardón, responsable de AGP, empresa que realizaba labores comerciales para Gescartera, con el propio Camacho. El hijo de Malpartida y Giménez-Reyna trabajaba en una empresa dirigida por Sardón.