De esta forma el que fuera picador del pozo Candín de Hunosa, secretario general de CCOO de Asturias y secretario general del PCE, se pasa a la hostelería.

Iglesias aseguró hoy que esta nueva faceta no responde a ninguna vocación frustrada, sin a que "hay que vivir y pongo un bar como pude haber puesto una fragua el siglo pasado".

Añadió que, aunque no tiene pensado andar entre pucheros, "si tengo que ponerme el mandil, me lo pongo, porque si yo me meto en algo, me meto hasta el cuello".

El ex político dijo que su negocio no será un centro de reunión política, sino "un lugar tranquilo donde la gente esté a gusto y hable de lo que quiera". Iglesias ha hecho la albañilería del local, lo ha pintado y lo ha decorado, y ha puesto todas sus lusiones en este proyecto, aunque no descarta volver a la política algún día.

Reconoció que no es un buen momento para montar un negocio, pero "estoy seguro de que va a funcioanr porque es un lugar acogedor y del resto me encargo yo. La calidad y la buena atención es cosa mía".

Tras su salida de la política, Iglesias volvió a la mina, actividad que tuvo que abandonar meses después, por una dolencia en la espalda. Tras varios años dedicado a escribir artículos en diarios regionales y a participar n algunas tertulias radiofónicas, decidió abrir "La Cerezal", en el barrio gijonés de El Coto.