La implantación de los medicamentos genéricos, aquellos que han perdido la patente y pueden ser comercializados con el nombre del principio activo, siempre que se garantice su bioequivalencia, ha sido muy reciente y desigual en Europa.

Mientras que en Dinamarca, la utilización de genéticos representa un 60% de las prescripciones de los médicos, en España sólo alcanza un 1,7% detodo el Estado.

La diferencia de precios entre los productos de marca y los genéricos se sitúa en un promedio del 25%, aunque en algunos productos puede ser mayor.