En la querella, que ayer admitió a trámite el Tribunl Superior de Justicia de Valencia, se acusa al presidente socialista, Joan Lerma, de haber utilizado irregularmente fondos públicos para apoyar una campaña de solidaridad internacional a favor de unas reformas del Teatro Romano de Sagunto.

Los hechos a los que se refiere la querella datan del mes de mayo de 1993, cuando por decisión de la Consejería de Cultura y por mediación de la Dirección General de Medios de Comunicación se publicó en la prensa un manifiesto con nombres de intelectuales y artista internacionales en apoyo a las reformas en el teatro saguntino.

Anteriormente a esta campaña, que costó diez millones de pesetas, el Tribunal Superior de Justicia valenciano había declarado "ilegales" las obras de reforma, que ya se habían llevado a cabo.

En las acusaciones de malversación de fondos públicos y prevaricación incluidas en la querella de los regionalistas valencianos se han querido encontrar similitudes con el 'caso Hormaechea' por parte de los denunciantes.

Para Lluís Berengur, la querella de Unión Valenciana tiene como único objetivo "intentar desprestigiar las instituciones, como forma de acallar las irregularidades en las que se han visto implicados los políticos de este partido", y mencióno otro escándalo, aún por esclarecer, de los regionalistas, conocido por el 'caso Star'.