Así lo anunció este martes el Gobierno de Carlos Mazón en un comunicado en el que precisó que, para ello, la Vicepresidencia y Conselleria de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda ha establecido un protocolo de urgencia con el fin de atender las diferentes necesidades de las personas mayores afectadas por la catástrofe.

El protocolo permite que las personas mayores en situación de dependencia cuyas viviendas se han visto afectadas puedan ingresar “de forma inmediata” en una residencia, aunque no cuenten con solicitud previa de ingreso.

“Se da así respuesta urgente a la situación de las personas mayores dependientes que no cuentan con recursos familiares o estructuras sociales de apoyo capaces de atender las necesidades de este colectivo especialmente vulnerable”, abundó la Generalitat.

Para cubrir esta necesidad, que juzgó de “perentoria”, la Vicepresidencia y Conselleria de Servicios Sociales “habilitó” plazas de residencias públicas “desde el primer día de la catástrofe”, así como la coordinación con los centros privados para “habilitar todas las plazas disponibles”.

37 MAYORES TRASLADADOS

Hasta el momento, se ha ubicado a 37 mayores en situación de dependencia en centros en los que se ha “primado” plaza pública, pero también se están utilizando recursos privados con cobertura pública y atendiendo a “razones de proximidad” de las personas al lugar de residencia de sus familiares.

Entre otros, se han trasladado personas al Centro Residencial Savia de Requena; la Residencia de Personas Mayores Dependientes La Cañada de Paterna; el Centro Residencial Savia de Picassent; la Residencia para Personas Dependientes de Silla; la Residencia de Mayores Solimar de Sollana; la Residencia para Personas Mayores Saleta Conarda de la Pobla de Vallbona; la Residencia y Centro de Día de Personas Mayores Dependientes de Moncada y la Residencia de Personas Mayores de Torrent.

La Generalitat actúa a partir de las peticiones de los servicios municipales de los ayuntamientos, que son quienes evalúan en primer lugar la situación de la persona afectada a través de sus equipos de atención primaria e intervención y trasladan la necesidad a las direcciones territoriales de la Conselleria de Servicios Sociales.

En el caso de personas mayores no dependientes pero también necesitadas de vivienda, se les ofrece un recurso habitacional temporal a través de otras vías, como en alojamientos turísticos, hasta analizar la situación en la que se encuentran y adaptar el servicio habitacional a sus necesidades en caso de requerir vivienda “más estable”.