El subdirector de este departamento, Amand Calderó, declaró hoy que en el plazo de una o dos semanas se habrán esclarecido las circunstancias en las que se produjo la huida.

Calderó atribuyó provisionalmente la huida a la antigüedad del recinto, aunque no descartó la posibilidad de que la fuga estuviera propiciada por un error humano.

Según el sbdirector de Asuntos Penitenciarios, ninguno de los ocho guardias que vigilaban el centro oyó ni observó algún movimiento extraño.

"Puede haber algún fallo humano y esta prisión es antigua y cuenta con unas medidas de seguridad a nivel visual que dependen de las personas, ya que carecen del nivel tecnológico de las prisiones modernas", dijo.

Calderó recordó que, no obstante, también se producen huidas en otro tipo de prisiones de forma esporádica y negó que este caso pueda achacarse a la desidia e los funcionarios que trabajan en el centro.

Uno de los aspectos que más preocupa a las autoridades es averiguar de dónde sacaron los jóvenes las herramientas con las que serraron los barrotes de la celda que ocupaban.

La policía autónoma prosigue mientras tanto la búsqueda de los cuatro fugados, con edades comprendidas entre los 18 y los 20 años, para lo que está interrogando a las personas próximas al círculo familiar y amistades de los presos.