Este gasto se repartirá en 91.303 millones de euros para el sistema sanitario pública, con un alza del 96,5%, y 33.145 millones en la sanidad privada, un 71,94% superior.

El gasto por habitante se incrementará en esta década un 84,2%, situándose en 2.836 euros al año, frente a los 1.539 euros actuales.

El estudio, presentado hoy, incide en que esta evolución del gasto sanitario se producirá, además, en un proceso de agravamiento del desequilibrio territorial.

En el año 2002, último ejercicio con datos completamente cerrados, el gasto sanitario sobre el PIB representaba el 7,7%, cifra que el estudio espera que se eleve hasta el 8,4% en 2015.

Sin embargo, mientras que en el año 2002 la dispersión era de 2,13 puntos, en 2015 se incrementará hasta los 3,14 puntos. El gasto más alto sobre el PIB se dará en Castilla-La Mancha, con un 13,9%, y el más bajo en Madrid, con un 4,4%.

Ante el incremento del gasto sanitario por encima del PIB por habitante y el alza de la población, el estudio concluye que "el gasto sanitario público crecerá un punto porcentual por encima del nivel de renta per cápita del país".

Para hacer frente a ello, sólo caben tres opciones, según ACES: elevar la presión fiscal, incurrir en déficit público o modificar la estructura del gasto público en detrimento de otras partidas.