Para el presidente de la patronal de gasolineros, mientras no se reducan los impuestos, no se podrán reducir los precios. "No es cierto", dijo, "que la culpa de que suba la gasolina la tenga la situación del dólar y el sistema de fijación de precios que rige en Europa".

"Es una excusa", añadió, "porque cuando el dólar sube, se incrementan los precios, pero cuando baja, como así lleva bastante tiempo de proverbial debilidad, los precios no bajan".

También apeló a las petroleras para que revisen sus políticas comerciales con el fin de reducir sus márgenes, y por tano sus beneficios. Según explicó, las alteraciones de los precios finales de venta no repercuten en la cuenta de resultados de las gasolineras, sino de la petroleras.

El motivo, dijo, es que el margen comercial para la estación de servicio es fijo, de unas 6 peseta spor litro vendido, al márgen de cual sea el precio al que se esté vendiendo.

Para la patrronal de gasolineros, las reformas liberalizadoras que está adoptando el Gobierno en la distribución de carburantes, como la supresión de distancis mínimas, forzarán una reconversión del sector, y pidió al Gobierno que ayude a estas empresas a superar el ajuste como lo ha hecho en otros sectores económicos e industriales.