Dicho contrato en exclusiva, que compromete al gasolinero a abastecerse de combustible de Repsol para atender las ventas en las estacioes de servicio del empresario Santiago Montaño, fue incumplido por éste cuando decidió comprar combustible a otras operadoras petroleras a precios inferiores a los pactados, para lograr mayores márgenes de beneficio.

Ante la constatación por Repsol de que el empresario estaba incumpliendo sus compromisos de compras exclusivas a Repsol, la petrolera optó por acudir a los sistemas de mediación y arbitraje recogidos en el acuerdo con el gasolinero.

Los árbitros han decidido sancionar al empresario gsolinero andaluz con el pago de 281 millones de pesetas en concepto de indemnización "por daños y perjuicios", y no atender a las peticiones de Santiago Montaño contra Repsol Comercial, que alegaba estar siendo perjudicado por la petrolera con una política de precios en origen que limitaba sus posibilidades de competir.