En una nota de prensa, Martín Seco aseguró que "la reducida rebaja del precio de la gasolina, sin que enningún caso se haya trasladado a éste la totalidad del descenso acaecido en el coste del crudo desde octubre pasado, indica que el mercado de los productos petrolíferos funciona en régimen de oligopolio y en el que la libre competencia continúa siendo una quimera".

Para Martín Seco, a esta misma conclusión se llega al observar que las petroleras privada solo reducen el precio al que venden los carburantes en las estaciones de servicio cuando el Ministerio de Industria rebaja el precio máximo.

Izqierda Unida considera que este problema es especialmente preocupante de cara a la futura Ley de Hidrocarburos, que prevé la liberalización total de precios y la eliminación del límite máximo fijado por la Administración.

Martín Seco explicó que, "una vez más, al igual que ocurrió con el gasóleo, queda patente la falacia que subyace en gran parte de ese discurso hoy en boga de la desregulación de los mercados y representa un aviso de que en los principales suministros y servicios públicos se están consituyendo oligopolios privados sin control del Estado, que condenarán al consumidor a la máxima indefensión".