La sin plomo de 98 octános queda en las 114,50 pesetas el litro, la sin plomo de 95 octános en 108,50 pesetas el litro, el gasóleo A en 82,10 pesetas el litro y el C en 50,30 pesetas el litro en venta directa al servicio.

Con esta caída del precio de los combustibles, la subida real se sitúa en 40 céntimos, si tenemos en cuenta el aumento de antes de semana de 90 céntimos.

Tanto el ministro de Industria, Juan Manuel Eguiagaray, como el de Economía, Pedro Solbes, han explicado que las modificaciones de los precios de los carburantes no depende de la devaluación de la peseta, ni es decisión del Gobierno, sino de un mecanismo automático cuyo comportamiento es consecuencia de los precios del barril del petróleo, en el mercado internacional.

Concretamente, la subida de 90 céntimos se produjo, según explicó Eguiagaray, por la variabilidad estacional (vacaciones de semana sana) que produjeron tensiones a corto plazo en el mercado y por el mantenimiento de instalaciones en el Mar del Norte.