El presidente de Gas Natural, Salvador Gabarró, fue nombrado el pasado miércoles presidente de la compañía eléctrica. Junto a él, otros tres consejeros de la gasista llegaron al consejo de Unión Fenosa, en sustitución de los consejeros dominicales de ACS.

Gas Natural está "firmemente comprometida en mantener una posición financiera sólida y estable, con un rating crediticio mínimo de BBB".

Por ello, el objetivo de la sociedad es incrementar los fondos propios en 3.500 millones de euros, para lo que cuenta con el apoyo de sus accionistas de referencia Criteria Caixacorp y Repsol YPF.

La operación de adquisición de Unión Fenosa, según la compañía opante, "continúa adelante según el calendario previsto y, sujeto a la aprobación por CNMV, está a punto de iniciar la fase final con el lanzamiento de la opa durante este mes de marzo, como paso previo a la integración operativa de las dos compañías".

ANTECEDENTES

La Comisión Nacional de Competencia aprobó la operación de concentración de Gas Natural y Unión Fenosa el pasado 11 de febrero.

Apenas una semana después, el ministro de Economía y Hacienda ratificó la autorización, que establece determinadas condiciones y desinversiones. La gasista tendrá que vender, entre otras cosas, 600.000 puntos de distribución, otros tantos clientes y 2.000 MW de centrales de ciclo combinado, además de su participación en Enagás y de tener que reducir sus vínculos con Cepsa.

La compañía resultante de la fusión será un operador energético con presencia en 23 países de los cinco continentes. Contará con más de 20 millones de clientes, nueve de ellos en España, 18.000 MW de potencia instalada y cerca de 30 bcm (billion cubic meter) de aprovisionamientos de gas, y se prevé que genere una cifra de negocio de 20.000 millones de euros y 5.000 millones de beneficio bruto operativo (Ebitda).