Garzón insistió en lo "imprescindible" de encontrar canales políticos que permitan actuar a los policías através de fronteras, bien mediante la potenciación de Europol, o la persecución "en caliete" de delincuentes internacionales, tal como sugirió ayer José Luis Corcuera en este mismo foro.

También se mostró partidario de unificar las leyes de extradición, regular la legislación sobre bandas organizadas en los países europeos que carezcan de ella, legalizar la figura del "confidente arrepentido", y tipificar cuanto antes la financiación de los partidos.

La magistrada de la Audiencia Nacional, Araceli Manjón Cabeza, que ha dirigido con Garzón este curso, dijo que hay que acabar con "cobios" que supone nuestro país para los traficantes. El Gobierno no debe esperar a tener un "Falcone muerto para actuar", afirmó.

Manjón Cabeza también habló de los nuevos métodos empleados por la delincuncia organizada como actuar en la legalidad "aprovchándose de los resortes de la Administración, infiltrándose incluso en la petición de ayudas comunitarias de todo tipo".

Por su parte, el fiscal argentino, Julio César Strassera -que ya intervino el pasado lunes en un semanario sobre "Corrupción poltica"- resaltó la necesidad de que los sistemas democráticos busquen vías de lucha dentro de la legalidad, para "no recurrir a los viejos métodos, en referencia a la violencia, y acabar con las nuevas ideas de los delincuentes".

En este curso de verano de la Complutense, intervinieron también el ministro del Interior, José Luis Corcuera; el director general de la Guardia Civil, Luis Roldán; el juez italiano encargado del caso "manos limpias", Antonio di Pietro; el consejero del Gobierno italiano, Antoio Capponetto, y el sociólogo Amando de Miguel entre otros.