En su libro, Garzón dice que ETA no buscó "una carnicería en la estación de Chamartín (Madrid) durante la Nochebuena de 2003. La intención de los terroristas, según consta en los informes policiales, era hacer estallar el explosivo cuando el tren estuviera fuera de servicio".

Durante la presentación de su libro, Garzón también calificó de "absoluto despropósito" la queja de Fungairiño y comentó que se ha "batido un récord", ya que antes de leer el libro ya se ha denunciado al autor.

Garzón señaló que quien lo lea verá el contexto en el que vierte las polémicas afirmaciones. "No hay revelación de secreto alguno y sí hay una toma de posición, una opinión por parte de alguien" a quien se le debe reconocer, dijo, los 17 años que lleva de carrera judicial.

Así, insistió en que algunas de las tesis que se lanzaron para sostener que ETA podía haber preparado la masacre del 11-M no eran ciertas y que no entraba dentro de la "lógica de la actuación de la banda terrorista" un atentado como el de ese día.

Garzón señaló que se planteará cuál es el recorrido de la queja presentada contra él y quién está detrás de ella. "Igual nos sorprendemos", añadió enigmático.

Asimismo, el juez de la Audiencia Nacional advirtió de que, a raíz de esta queja, puede tomar las medidas que en derecho le correspondan.

POLEMICA PREVIA

De esta manera, las memorias de Garzón se han visto envueltas en la polémica horas antes de su presentación oficial al público.

Se trata de un libro en el que el magistrado reflexiona sobre lo que han sido sus 17 años de lucha contra el terrorismo, el crimen organizado y la impunidad. En sus páginas, se refiere particularmente a la Audiencia Nacional, la casa en la que ha trabajado en los últimos años.

En su libro también habla de la víctimas del terrorismo y de lo que éstas le han enseñado a lo largo de todos sus años como juez.