Según García Vargas, la decisión del parlamento germano de abandonar el proyecto EFA, en el que también participan España, Italia y Reino Unido, está motivada por razones de carácter económico que, a su juicio, son muy comprensibles, ya que el desarrollo del caza europeo es muy complejo y caro y en la actualidad había perdido parte de su valor militar.

"España venía diciendo ya desde sptiembre que el avión había que revisarlo, tratar de abaratarlo y hacerlo más simple. La decisión alemana nos obliga a replantearnos todo el proyecto", afirmó.

Explicó que la fase de desarrollo del caza, en la que se encuentra en la actualidad, se está realizando a través de un contrato suscrito por los cuatro paises participantes, que obliga a cada uno de ellos a aportar su porcentaje económico hasta que finalice esa etapa, aunque se retire antes.

Indicó que, a pesar de ello, en el caso de que e proyecto actual del avión de combate europeo se sustituya por otro, es necesario que su desarrollo sea también europeo, ya que, a su juicio, esto beneficiaría tanto a la industria nacional, que podría construir algunos de sus componentes, como a la posibilidad de tener una industria de defensa conjunta en el seno de la UEO.