Lo dijo en declaraciones a los periodistas antes de su llegada al XIII Pleno de la FEMP que se está celebrando en Madrid, un cónclave en el que previsiblemente será elegida presidenta de este organismo en sustitución del alcalde de Vigo, Abel Caballero.

García-Pelayo agradeció su nominación al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo; a la secretaria general de la formación, Cuca Gamarra; al presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, y a los compañeros de su partido.

Manifestó ser consciente de que asumirá una “extraordinaria responsabilidad” y se comprometió a convertir la FEMP en “la casa de todos los políticos”. Esto le sirvió para argüir que bajo su égida este organismo no se identificará con “colores políticos”, sino que estará a disposición de los ayuntamientos, que “son los que tienen más cerca a los ciudadanos y son los que sienten y padecen los problemas de los ciudadanos”.

García-Pelayo subrayó que aprovechará esa complicidad con la ciudadanía para “trasladar a las instituciones todas las propuestas, todas las medidas, todas las iniciativas que puedan mejorar sus vidas”.

Por último, defendió la necesidad de “ser útiles a la gente” y dejó claro que “no venimos a broncas”, sino a “resolver los problemas de la gente”, para lo cual “vamos a contar con todas las administraciones y con todos los alcaldes y alcaldesas de España y los presidentes y presidentas de Diputación”.