En declaraciones pronunciadas esta noche en el programa "59 segundos" de TVE, Gallardón explicó que "no es un problema de que me guste la ley de cajas, sino de cuál es el papel de nosotros los políticos, y del PP en particular, que cuando asumen una responsabilidad de poder tienen que resignar una parte de ese poder para devolverlo a la sociedad civil".

El Ayuntamiento de Madrid, con la reforma, reducirá su presencia en Caja Madrid a un 30%, "y creo que es mi obligación defender a los madrileños".

"No creo que las administraciones tengamos que intervenir de una forma que no sea acorde con nuestro espíritu liberal", agregó, para subrayar que "los políticos no deberíamos interferir en el funcionamiento" de la caja madrileña.

Po ello, reiteró que "en todo lo que entienda que la ley(de cajas) perjudica a los derechos de los ciudadanos tendré que pedir un amparo judicial".